Viajes, Viajes con niños

EURODISNEY

Un paseo por el París de Mickey Mouse

Del 13 al 15 de agosto del 2010
otro viaje para el recuerdo… la historia de este viaje comienza cuando mi ahijada de 7 años, nos pregunta si la llevaremos a Egipto y la respuesta es que sí, que algún día si aprueba todo y saca buenas notas.Pues el final del curso llegó, y las buenas notas de la peque también. Así que… como defraudar las espectativas de una niña que se había esforzado tanto? por lo que empezamos a organizar un viaje a Egipto, pero las desventajas eran muchas: en calor hace demasiado calor, demasiado para una niña de 7 años; era la primera vez que la niña iba a pasar tanto tiempo fuera de casa (sin papá y mamá), y… ¿que hacemos si se pone enferma? las posibilidades de pillar una diarrea son muchas, y si el viaje no cumple las expectativas y se aburre y si echa de menos a sus padres y si… y un sin fin de inconvenientes.Barajamos una y mil veces las posibilidades, disminuimos días de viaje, hablamos muchas veces con los papis y al final decidimos que Eurodisney era la mejor opción y que cuando la peque tuviera tres o cuatro años más entonces el viaje a Egipto sería posible.Organizamos el viaje para el fin de semana y con quince días de antelación. Salimos en uno de los primeros vuelos de la mañana, y a las 9 estabamos en Paris CDG, nos dirijimos a la estación del TGV (tren de alta velocidad) que hay en el mismo aeropuerto y cogimos el tren de las 10,27 rumbo al París de Mickey Mouse como muy acertadamente rebautizó nuestra sobrina.En diez minutos habíamos llegado a la estación de Marne la Val y antes de las 11 estabamos dejando la maleta en nuestra habitación del hotel Cheyenne. El Hotel Cheyenne es un hotel del complejo de Disneyland Paris, a unos 20 minutos andando del parque (eso dicen porque no nos molestamos en comprobarlo) y a nada en el autobús gratuito que pone el hotely que siempre va a reventar.

El hotel recrea el oeste, y tiene su gracia, está limpio y las habitaciones son acogedoras, el precio está disparado como cualquier hotel del complejo, pero es lo que hay en el negocio de la Disney. Aún nos preguntamos si fue casualidad o seleccionan al personal de limpieza de habitaciones, pero los y las camareras de salas eran negritos y negritas vestidas a lo «mamy».

Una vez que dejamos la maleta, nos fuimos al parque. Eran como las 12 y tras pasar por debajo del Hotel Disney nos adentramos en el parque. Nos sorprendió la calle principal «Main Street Usa» y los dos grandes y pequeña ibamos con la boca abierta, cuando de repente empienza a sonar la musiquilla y vemos acercarse un tren con Minnie, las ardillas Chip y Chop, los increibles, Stich, Gepeto, Ratatuille, etc… y allí que vamos nosotros corriendo a seguir a las ardillas.

Nos hicimos unas fotitos y consguimos un par de autógrafos y… vimos el palacio de la Bella Durmiente.

Salimos del parque a comer en lo que llaman Disney Village, en el Café de Mickey, donde a la presente por encargo de su cónyuge la plantarn una tarta Chip y Chop y Mickey con un Happy Birthday a lo cañero y las ardillas bailando detrás, hubiera sido genial si todo el resturante no estuviera dado la vuelta y mirando hacia nosotros… que vergüenza!

Terminada la función regresamos. El parque se encuentra dividido en cuatro zonas, visitamos la de las princesas (por una cuestión lógica, jeje), y algo de la del oeste. Porla noche cenamos en un espectáculo de Mickey en el oeste, que tiene su gracia.

A la mañana siguiente me levanté con el estómago hecho polvo, tiene bemoles que me haya recorrrido Asia y nunca haya tenido diarreas, ni nada que se le parezca y me voy a Francia y acabo con ardores de estómago y enganchada a la fina porcelana…

Empezado el día con buen pie, continuamos las zonas del parque que nos faltaban y nos fuimos al segundo parque (Walt Disney Studios) y visitamos una parte de él. Entre las miles de cosas donde nos subimos montamos en una montaña rusa que va a 100Km por hora y que casi bajo llorando por lo mucho que sufrí por la niña, pensaba que se nos perdía y la pequeña saltamontes no hacemos más que bajar y nos pide con una sonrisa en la cara que si repetimos… si lo llega a ver su madre no nos vuelve a hablar en su vida… que no es lo mismo contarlo que verlo… que mal lo pasé…
Cenamos en el Disneyland Park con las princesitas y vimos los fuegos artificiales. Reventados nos fuimos a dormir.

A estas alturas las niña estaba ya haciebndo planes para comprarnos un pisito y quedarnos a vivir al lado del parque y nosotros ya estabamos odiando a Mickey Mouse, a Minnie, a Walt Disney y vete tu a saber donde estaba l aMagia con tanto negocio…

El tercer día estuvimos en el Walt Disney Studios, nos hizo muy mal tiempo, frío y llovía, así que no pudimos hacer gran cosa, pero pasamos la mañana. Después de comer nos fuimos al hotel, recogimos nuestra maleta y empezamos el camino de vuelta a casa.

De Disney nos llevamos la ilusión del viaje, la emoción del primer dia y la sonrisa de la peque. Como conclusión decir que es un viaje para ir con niños, porque lo disfrutas a través de ellos o adultos con un espíritu tremendamente infantil, pero para adultos menos infantiles con un día, a lo sumo dos, es ya bastante como para verlo.

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